(de JP, en Dondado.es)
Vivimos meses en los que el cambio climático se está convirtiendo en una poderosa arma política, ya no sólo a nivel global, sino también a nivel nacional e incluso regional, siendo quizá un momento para aportar algo de luz en el maremágnum que se está montando.Que la economía está detrás del cambio climático, creo que a nadie se le escapa. De hecho, el Protocolo de Kioto, firmado en diciembre de 1997, tiene como objetivo reducir las emisiones de seis gases que provocan un calentamiento global, con una filosofía de pago-por-contaminar en caso de incumplir compromisos.