El equipo de Energía Inteligente de CSIRO, Australia, ha desarrollado frigoríficos que hablan entre sí para lograr un uso eficiente de la energía proveniente de fuentes renovables, fotovoltáica o eólica.
Los frigoríficos están conectados entre sí para almacenar y compartir energía y decidir cuando es más eficiente. Cuando el tiempo es soleado y la energía abundante los frigoríficos bajan su temperatura unos pocos grados más de lo necesario almacenado frio, así cuando los nublados o la noche hacen que disminuya el flujo de energía, la temperatura de los frigoríficos se mantiene optima.
Adecuando en red el consumo a las fluctuaciones de energía se consigue atenuerlas y además disminuir los apagones. Son capaces de anticiparse a las bajadas y cortes y disminuir el cosumo en esos momentos. La autoregulación de funcionamiento permite suavizar los picos de demanda y evitar así instalaciones destinadas a cubrir esos picos.
Fuente: ecodesarrollo.net/
Comenta en Facebook