Medidas de adaptación

La adaptación y planificación, requisitos necesarios

* Como parece inevitable que el cambio climático produzca efectos importantes, es fundamental que los países y comunidades adopten medidas prácticas para protegerse de los daños y perturbaciones probables.

Es lo que se conoce en la jerga internacional con el término adaptación. En algunos casos, es difícil saber qué hacer – ¿cómo se puede evitar el avance de los océanos?–, por lo que hay que buscar nuevas estrategias y tecnologías. Pero las mayores dificultades son de carácter psicológico y político.

* La prevención exige medidas que parecen estar en contradicción con la naturaleza humana y los instintos de los políticos. Es difícil tomar medidas de alto costo y dolorosas cuando –en un lugar dado– la gente no sabe exactamente lo que se les viene encima, cuándo va a ocurrir exactamente y cuál va a ser la gravedad del daño. Por ejemplo, deberían construirse muros de contención frente a las inundaciones y, en muchos casos, convendría desplazar los asentamientos humanos situados en llanuras de inundación y otras zonas bajas, pero ¿qué altura deberían tener los muros y a dónde habría que trasladar a las personas? Incluso en el caso de amenazas mucho más específicas, se requiere una clase política audaz y una población estoica para adelantarse a los problemas, aun cuando en casi todos los casos esta acción sea mejor que limitarse a reaccionar desesperadamente cuando llegue la crisis.

* Son pocas las precauciones prácticas adoptadas contra el cambio climático, a pesar de su necesidad urgente. Al menos, algo se está adelantando en lo que respecta a la realización de evaluaciones y estudios... medidas que son políticamente aceptables y posibles en este momento. Un planteamiento que ha demostrado su valía es considerar la vulnerabilidad más que el alcance todavía incierto del peligro planteado por el cambio climático. En otras palabras, es imprescindible saber quién va a necesitar ayuda, cuando surjan dificultades de origen climático. Más adelante, las decisiones racionales y los planes podrán formularse teniendo en cuenta esa importante información.

* Varios países están realizando investigaciones. Durante el último decenio, por ejemplo, las previsiones sobre los efectos del cambio climático se han ido haciendo más detalladas y precisas. A medida que avance ese proceso, y que se formulen métodos eficientes para la adaptación, resultará más viable, desde el punto de vista político y económico, adoptar precauciones específicas.

* En 1997, en el contexto de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, se establecieron tres nuevos fondos en apoyo de la adaptación. Un Fondo Especial para el Cambio Climático ayudará a sufragar actividades "cuando se disponga de información suficiente". El Fondo para los países menos adelantados trata de preparar a los países más pobres del mundo para que puedan llevar a cabo "programas nacionales de adaptación". Finalmente, el Fondo de adaptación se incluirá dentro del Protocolo de Kyoto, una vez que éste entre en vigor.

* La flexibilidad es un instrumento valioso. Una forma práctica de planificación por adelantado en el sector agrícola, por ejemplo, consiste en cultivar distintos productos, algunos de los cuales pueden resultar viables en momentos de flujo climático, en vez de invertir en un único cultivo que puede ser destruido por una sequía o una ola de calor. Conviene determinar qué cultivos serán rentables y se darán bien en temperaturas más cálidas o con un clima más seco, si eso es lo que se prevé en una determinada región. La Unidad Europea ha alentado a los agricultores a que den muestras de flexibilidad en el uso de la tierra y en la producción agrícola. Ha propuesto también la modificación de los programas de subvenciones e incentivos para influir en la organización y gestión de las actividades agrícolas de manera que permitan adaptarse mejor al cambio climático.

* Las decisiones racionales sobre la ubicación más segura de las nuevas instalaciones y obras de infraestructura son una medida valiosa y eficaz en función de los costos que los gobiernos y las empresas pueden tomar ahora y en los años próximos. Es mejor ubicar las centrales eléctricas, líneas ferroviarias, grandes carreteras y hospitales, por no mencionar las casas, en lugares donde las tormentas e inundaciones más graves no provoquen daños ni destrucción.

* Uno de los beneficios del proceso, generalmente difícil, de adaptación es que algunas medidas tendrán efectos positivos independientemente de lo que ocurra con el cambio climático. La restauración de la cubierta arbórea, los humedales y los pastizales para evitar la erosión y reducir los daños provocados por las tormentas e inundaciones ayudarán a la población aun cuando las tormentas continúen siendo normales –y ofrecerán también un refugio para la fauna y flora silvestres, además de conseguir beneficios desde el punto de vista de la estética y el esparcimiento. De la misma manera, el establecimiento de planes de evacuación y sistemas de respuesta médica para las tormentas e inundaciones graves pueden salvar vidas, si llegaran a producirse esas catástrofes.

Fuente: Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y laSecretaría sobre el Cambio Climático (UNFCCC).

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