El cambio climático permite abrir la Ruta Ártica que une Europa y Asia

ruta ártica

Dice el refrán que No hay mal que por bien no venga. Pero hay males que no compensan el bien que causan. Por ejemplo, puede parecer una excelente noticia que la ruta marítima entre Corea del Sur y Holanda se haya reducido en tres mil millas náuticas y diez días de travesía por lo que conlleva de ahorro de combustible. Pero si este hecho positivo está provocado porque el hielo del Océano Ártico se hace cada vez más fino y desaparece debido al calentamiento global pues la cosa cambia, ¿no?...

Los datos enviados por los satélites de la NASA lo dejan claro: el hielo se retira en verano y el Ártico se calienta más y más. Un efecto que se explica por el aumento de las temperaturas -las más altas en el Polo Norte en los últimos dos mil años- ligado a la emisión de gases de efecto invernadero. Y como no se trata de la Antártida, es decir, un continente con tierra firme, pues el antes temido Océano Ártico va camino de convertirse en una ruta marítima habitual para el tránsito de mercancías. Por supuesto, los empresarios del ramo, atentos a cualquier oportunidad de negocio, se han lanzado a abrir una ruta que reduce costes y tiempo.

La compañía que ha roto el hielo –es una frase hecha pues no hay hielo que romper- ha sido la alemana Beluga Group. Dos de sus buques (el Fraternity y el Foresight) tenían que transportar varias decenas de contenedores y sendas turbinas de gas a centrales en construcción, una en la bahía de Ulsan (Corea del Sur) y la otra en Surgut (Rusia). En otras circunstancias lo habrían hecho navegando a través del Canal de Suez hasta el Mediterráneo porque el paso del Noreste era una vía impensable. Pero, llegados a este punto, los cargueros teutones (y su carga de más de tres mil toneladas) pusieron rumbo al norte escoltados por dos barcos rompehielos cuya presencia fue innecesaria: No había apenas hielo que atravesar.

Otra frase hecha -las cosas de palacio van despacio- también se incumple en esta ocasión pues el armador alemán solicitó permiso en abril de este año a las autoridades rusas para trazar la ruta que había de unir Asia con Europa a través de la costa siberiana y obtuvieron autorización a finales de agosto. Así que, sin pérdida de tiempo, zarparon para aprovechar los dos meses que el paso es navegable. En pocas semanas el hielo reconquistará el lugar que ocupó durante miles de años.

La apertura de nuevas rutas debido al aumento de temperaturas no es algo nuevo, el año pasado se abrió la ruta por Canadá. En lo que a este paso se refiere, el Fraternity ya ha llegado a Rotterdam (Holanda) y el Foresight está en plena descarga en aguas coreanas ajenos a las palabras de Mark Serreze, del Centro de Control del Hielo y la Nieve de Estados Unidos: “El Ártico está perdiendo su superficie helada y convirtiéndose en un océano azul”. Poético pero preocupante. Y con responsable conocido: Los gases de efecto invernadero de origen humano. ¿Nos sale a cuenta?

Fuente: por Henrio en EcologiaBlog.com, vía www.chinapost.com.tw
Fotografía de kenyai en Flickr bajo licencias Creative Commons BY-NC-ND 2.0

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