SAPPORO, Japón.- Los líderes de los ocho países más poderosos del mundo están preocupados. La escalada del precio de los alimentos y del petróleo es el tema central de la Cumbre del G8 que ayer arrancó en Tokyo. Tras debatir sobre la escasez de víveres, los presidentes se dieron un festín gastronómico.
Tras la cena de anoche, esta mañana el grupo de negociadores de los ocho llegó a un acuerdo para afrontar el cambio climático. El trato recoge el compromiso de los países ricos para intentar reducir a la mitad las emisiones de CO2 en la atmósfera para 2050.
En Toyako (un remoto enclave montañoso en el norte de Japón) los dignatarios se pusieron de acuerdo por primera vez en definir metas nacionales, a mediano plazo, de reducción de gases contaminantes para luchar contra el calentamiento de la Tierra.
"Junto a todas las partes de la Convención sobre Cambio Climático de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el G8 quiere considerar y adoptar la meta de lograr al menos un 50% de reducción de las emisiones mundiales para 2050", indicó la declaración de la cumbre.
"Este desafío global sólo puede ser enfrentado mediante una respuesta global", agregaron los líderes en un comunicado dado a conocer tras el debate del segundo día. Merkel aseguró que el acuerdo es un "paso significativo". Palabras similares habían salido poco antes de boca de la delegación estadounidense, que a través de un portavoz había asegurado que se trata de un "progreso" para los miembros de la agrupación.
La intención es trabajar conjuntamente con los 200 estados implicados en las negociaciones de la ONU contra el cambio climático, a fin de reducir las emisiones de gases con efecto invernadero. A continuación, los presidentes se enfrascaron en una discusión por la crisis de Africa, y se comprometieron a cumplir con el compromiso de aumentar hasta 2010 en 25.000 millones de dólares anuales su ayuda al desarrollo de ese país.
"Bendiciones de la tierra y del mar"
Mientras las economías emergentes (formadas por Brasil, México, la India, China y Sudáfrica) pedían ayuda para paliar la crisis alimentaria, el estadounidense George Bush, la alemana Angela Merkel, el italiano Silvio Berlusconi, el francés Nicolás Sarkozy, el ruso Dmitry Medvedev, el inglés Gordon Brown, el canadiense Stephen Harper y el japonés Yasuo Fukuda engullían anoche una abundante cena conformada por 19 platos.
Maíz con caviar, dados de atún, gelatina de soja, almejas hervidas, salmón ahumado y erizos de mar. Esas fueron algunas de las casi 20 deliciosas creaciones de los chefs japoneses encargados de alimentar a los jefes de Estado, que a la hora de comer parecieron olvidar la crisis de alimentos, presente durante toda la primera jornada de la cumbre.
Con el nombre "Bendiciones de la tierra y del mar", el menú pareció no gustar mucho a las organizaciones humanitarias, que alzaron sus voces críticas. "Es profundamente hipócrita que los mandatarios coman plato tras plato", opinó Dominic Nutt, de la ONG "Save de Children", según declaraciones suyas reproducidas por el diario "El Mundo", de España.
FUENTE: La Gaceta, 9 de julio de 2008.
Comentarios
Bendiciones de la tierra y del mar?!!...
Que papelón, dandose un festin incoherente con el tema del hambre en el mundo que entre otras cosas los lleva a reunirse... Es digno de los Simpson!... de no creer...