Asumir cambios en cualquier aspecto de nuestra vida, entorno social, económico, político o emocional, genera cierto miedo e inseguridad, a veces felicidad. Pero si algo nos garantizan los cambios, buenos o malos, es la perdida, la terminación de algo que ha sido y que no volverá a ser igual. Puede ser un ejemplo sencillo cuando el impacto se reduce a aspectos simples en la vida de una persona. ¿Pero que pasa cuando la dimensión del cambio no solo afecta la vida de uno, sino la de todos, y no solo eso, la vida de los que aún no han nacido?
Desde que los humanos somos esclavos de los sistemas de desarrollo económico, consumimos, solo eso. Pero, ¿qué estamos haciendo para no acabar con todo aquello que hemos disfrutado por tanto tiempo?; las consecuencias más severas y evidentes del cambio climático son:
• Más lluvias en algunas regiones y menos en otras. Los trópicos, zonas de gran riqueza ecológica, sufrirán notables alteraciones de su régimen de lluvias.
• El nivel del mar sube causando inundaciones. La gran mayoría de países del sudeste asiático, los pequeños estados insulares del caribe, del océano indico y del pacífico corren el riesgo de desaparecer.
• La alteración del régimen de lluvias y la salinización de acuíferos costeros por intrusión salina, harán que en muchas zonas escasee el agua potable disponible.
• Extensión de los periodos de sequía y multiplicación de incendios.
• Sustitución gradual del bosque tropical por sabana dentro del territorio amazónico.
• Extensión del campo de acción de insectos portadores de enfermedades.
• Reducción de la riqueza de especies animales.
• Aumento de la contaminación del aire.
• Disminución de la rentabilidad ganadera.
No hace falta ser científico, biólogo o ambientalista para darnos cuenta que con el tiempo el planeta ha estado cambiando, tornándose más represivo y al mismo tiempo débil. El sostenimiento de la raza humana requiere del desgaste constante de los recursos, por ende, requeriría también de un esfuerzo progresivo por renovar y reivindicar nuestro excesivo consumo. Sin embargo, las grandes industrias que nos abastecen de productos y suplen nuestras necesidades, parecen haber olvidado en el camino su responsabilidad ambiental.
Lo lamentable en la mayoría de los casos es que las consecuencias son para los sectores rurales o la gente que menos ha contribuido al desastre. El constante desarrollo y avance de las grandes ciudades, las conduce a contaminar y sobreutilizar recursos, acabándolos completamente y alterando el equilibrio del planeta. Pero al mismo tiempo, por medios mecánicos o científicos mejoran su respuesta a las secuelas que generan, dejando desprotegidas las zonas que explotan y a la gente que habita en esos lugares.
Según un estudio difundido por la revista Fish and Fisheries y la pagina CambioClimatico.com, Colombia es uno de los países pesqueros más afectados en Suramérica por este problema. Afirman que “La destrucción de los arrecifes, la irrupción de mares en hábitat de agua dulce y el mayor número de tormentas costeras resultantes del aumento de la temperatura, supondrán dificultades sin precedente para millones de personas en países dependientes de la pesca en Suramérica, África y Asia”. El estudio también sugiere que, “Los países vulnerables identificados por el estudio producen el 20 por ciento de la pesca mundial y deberían ser prioritarios en los esfuerzos de adaptación que permitan afrontar los efectos del cambio climático, según los científicos”.
Por otra parte, el Ministro del medio ambiente en Colombia, Juan Lozano, durante una Cumbre Internacional en Polonia, afirmo: “Esperamos que los países asuman sus compromisos, la huella de carbono en Colombia es muy pequeñita y en cambio el daño que hemos recibido es muy grande, por eso esperamos compromisos serios de reducción de gases de efecto invernadero y fondos ciertos para financiar nuestros programas de adaptación".
En los países donde la diversidad de fauna y flora es amplia, tenemos una noción retorcida del impacto que el cambio climático nos puede ocasionar. A menudo pensamos o no somos concientes del enorme daño que este problema esta causando alrededor del mundo, porque creemos que gracias a esa gran reserva nuestra resistencia es mayor a la de otros países. Pero confiarnos de esa ventaja es el acto más irresponsable que podamos asumir, el que tengamos más tiempo no quiere decir que cuando se nos acabe, sea tarde para darnos cuenta la magnitud de lo que hemos perdido.
Una nación donde abunda la injusticia social, el narcotráfico, los grupos armados ilegales, el secuestro, la drogadicción, entre otros, es un pueblo ocupado y distraído de un problema que no ejerce violencia, se manifiesta lenta y pasivamente, y solo cuando ya no hay manera de pararlo actúa de manera catastrófica.
El interés de los colombianos se ha centrado en problemas más cercanos y relativamente más importantes. Las campañas ambientales a veces son manipuladas y enajenadas a programas gubernamentales efímeros y poco efectivos. Pocas acciones o iniciativas serias que se desarrollan en el país con el objetivo de sensibilizar la gente sobre la gravedad del cambio climático, tienen escasa difusión en las entidades públicas, los medios de comunicación y la conciencia de la gente. Se creo el Sistema de Información Ambiental de Colombia (SIAC), cuyo objetivo es comunicar la gestión, educación y participación ambiental según las políticas y proyectos desarrollados para proteger los recursos del país. Sin embargo, muy pocos saben de su existencia.
Todos los días cuando prendemos el televisor o salimos de casa, somos bombardeados por la publicidad de productos para consumir, manufacturas, servicios, tecnología o turismo. Al mismo tiempo, derrumbes, inundaciones, heladas, sequías, tierras erosionadas, etc. Eso debería hacernos pensar qué parte de la información nos estamos perdiendo. También, es muy fácil descubrir otros aspectos en nuestra vida diaria, algunas secuelas del calentamiento global que afectan el buen desempeño de las funciones en nuestro cuerpo, rutina laboral, relaciones sociales, prácticas recreativas o deportivas.
Con frecuencia, somos testigos de situaciones tales como, el salir de casa un día soleado y a las dos horas ser victimas del mas tremendo aguacero o, sufrir dolores en algunas partes del cuerpo por un clima tremendamente frió; no poder consumir ciertos alimentos porque los cultivos son arruinados por las heladas en la madrugada, comprar carne a precios elevados por el mal estado de los pastos que alimentan y enferman el ganado, el rió en el que solíamos nadar seco, la caminata ecológica intransitable, derrumbes en carreteras, inundaciones en grandes extensiones de tierra y con esto el desplazamiento de los campesinos a las ciudades, etc.
Son muchas las cosas a las que podría seguir refiriéndome, sin ahondar demasiado en lo que un sistema capitalista, monopolista e industrial, le obliga a hacer a sus gobiernos para mantenerlos. Seguramente muy pocas personas sabrán que todo este tipo de situaciones nuevas en su vida se deben al cambio climático, una situación de la que el Estado no nos protege, ni la gente tiene conciencia para asumirlo. Así educamos a nuestros hijos y ellos a nuestros nietos, la peor herencia que les podemos dejar es el ser pasivos e indiferentes, a no ser activos y participativos en una situación tan preocupante como lo es el bienestar de nuestro planeta. No debemos actuar de manera egoísta con las futuras generaciones a las que sin duda les encantaría conocer muchas de las cosas que nosotros aún disfrutamos.
La estrategia para dar solución al calentamiento global en el mundo, no puede reducirse a otros aspectos como, la caída de la bolsa, los conflictos políticos, ideológicos o cualquier asunto de cultura ciudadana. Talvez, si hace falta un poco de la solución de todas las anteriores, para que nos sea posible asumir esta problemática de manera responsable, sensible y conciente. Por eso, es necesario educar a las personas en la importancia de preservar su entorno inmediato, en conocer las políticas de desarrollo de su ciudad y su impacto en el ambiente, los recursos que son utilizados por fábricas o industrias y su responsabilidad ambiental. Es cierto, pocas personas no pueden hacer mucho por el planeta, pero si son suficientes para hacer de su ciudad la diferencia y el ejemplo para otras.
Pensar en la posibilidad que cada ser humano ejerciera un control en todo lo que se genera a su alrededor, siendo más suspicaz, investigador, analítico, activo y manifestara abiertamente su preocupación por algo en lo que no esta de acuerdo porque afecta su bienestar y el de los suyos. Talvez estaríamos dando un gran paso para presionar a las industrias a mantener y cumplir sus compromisos ambientales.
La conciencia sobre el cambio climático se genera a partir del convencimiento individual y aceptación de que está pasando, nos esta afectando y perjudicará gravemente a nuestros descendientes. En muchas ocasiones, las organizaciones o campañas creadas en pro del ambiente, usan estrategias con el fin de abarcar la atención de mucha gente al mismo tiempo. Sin embargo, esta estrategia puede producir una sensación individual de inutilidad frente a una problemática tan grande. De repente muchos se preguntaran: ¿realmente yo puedo hacer algo para mejorar la salud del planeta? ¡Parece muy complicado!, ¿que podría hacer yo? Si podemos hacer algo.
Si tenemos en cuenta que los futuros empresarios son los jóvenes de hoy, podríamos pensar en más educación ambiental desde las universidades, una formación en “economías verdes” para jóvenes cuyas carreras se enfoquen en los sectores industriales, agropecuarios, manufactureros, etc. La principal barrera de estas iniciativas, es el desconocimiento de la comunidad en general sobre su efectividad y rentabilidad. Es una cuestión que limita para crear y para denunciar.
Considero que el principal y mas duro reto esta en crear alianzas con los gobiernos para que vigilen y obliguen a las industrias a cumplir verdaderamente con los parámetros establecidos para la protección del medio ambiente. Pero debemos tener en cuenta que el hecho de que los gobiernos estén inhabilitados para ejercer presión en la economía obedece al sistema impuesto en gran parte del globo. Por ahora, creo que solo se requieren más esfuerzos y más presión de la población mundial desde diversos sectores, para obligar a los gobiernos a encaminar a los “monstruos industriales” hacia la meta.
Comprender que el cambio lo debemos asumir nosotros y no el planeta, es el primer paso para darle uso a las herramientas tecnológicas que coadyuven con la recuperación de los ambientes que ya se han visto gravemente afectados. No se pueden asumir dichas inversiones como gastos, el solo uso de la palabra, ocasiona una barrera para destinar recursos económicos por la causa y nunca se le dará verdadera prioridad.
Ahora bien, como individuo, ¿qué puedo hacer en colaboración con otros jóvenes, para abordar el problema del cambio climático en mi país? Creo que tenemos la gran misión de reparar el mundo para nuestras futuras generaciones y para eso, debemos lograr la atención de las personas que nos rodean, en nuestras casas, comunidad o universidad, explicándoles como afecta sus vidas y mostrándoles la otra cara de la moneda. Por otro lado, la vinculación a organizaciones que nos instruyan sobre leyes o proyectos estatales por medio de los cuales podamos ejercer nuestro derecho a protegernos.
Es solo cuestión de conocer y asumir el poder que tenemos en nuestras manos para acelerar o frenar el calentamiento global. Recordar que existimos muchos jóvenes que queremos y estamos dispuestos a cambiar el mundo, pero no el clima.
Susan Piraján
Fotografía de la Galería de lasombraenlapared, en Flickr (cc)
Comentarios
los gobiernos estan en gran medida inhabilitados
Totalmente de acuerdo, muy buen aporte!
Como tu dices, los gobiernos estan en gran medida inhabilitados para ejercer presión por el sistema impuesto en gran parte del globo, y eso reluce en la proximidad de la Cumbre de Copenhague. Es lamentable... Ojalá se tomen medidas correctas y -lo que es más importante- cada vez mas gente tome conciencia del problema y obre en consecuencia.
Saludos desde Pando, Uruguay.
Silvio G. Aparicio
en contacto
Soy Marian (Xalapa) y pienso del mismo modo. Me pondré en contacto cn Uds. para colaborar tambien. Gracias por la informacion que se brinda.
comenzar por uno mismo
Me parece muy bacano que pongan en conciencia a la gente acerca de lo que podemos hacer, reconociendo y adaptando un cambio desde nosotros mismos. Si podriamos hacer algo pero debemos comenzar por enterarnos acerca de lo que pasa y que herramientas podemos usar en nuestros trabajos o casas.
gracias por la info. camilo g. (antropologo)
hay muchas propuestas para llevar adelante
Es fundamental el cambio desde nosotros mismos y en forma cotidiana. Comparto las ideas de la nota. Aqui hay muchas propuestas para llevar adelante: http://www.cambioclimatico.com/forum/37
Saludos :)
en quién confiar?
Todo el mundo sabe que hay un cambio climatico a estas alturas, lo vemos en documentales, telediarios, periodicos, ong, y un larguisimo etc.......parece que nadie es capaz de cuestionarlo, porque si lo haces, te ven como vendedor de petroleo, o te dicen que tienes intereses, o simplemente que no tienes corazon, pero soy una persona que duda de lo indudable,....por eso os digo que mucha parte de esta farsa que ahora ni os planteais cuestionar, ni siquiera ponerlo en duda, es uno de los mayores timos que nos dado en toda la cara.... si quieres te digo otros, -guerras -bancos -gobiernos, timos a gran escala, todos incuestionables, te cuento esto porque creo que esta bien lo que dices, pero solo te pido que dudes.......empieza a acerte preguntas que nadie hace, y veras todo diferente.
No es ciencia ficcion, es la realidad!
Su, que buen articulo!. Estoy de acuedo con todos y es verdad todo lo que dicen y opinan, pero: Hay que actuar ya!, ser los héroes y heroínas de esta terrorifica realidad climatica. La naturaleza nos está enviando mensajes y no los sabemos interpretar... Por otro lado les recomiendo ver la pelicula 2012, o si ya la vieron deben tener muchas criticas al respecto, pero lo que es cierto es que más que una pelicula de ciencia ficción, es nuestra actualidad.
Cordial Saludo,
Melissa Noval.
es mucho lo que podemos hacer
Muy buen artículo. Es mucho lo que podemos hacer. Lo primero es tirar abajo las barreras mentales de que no podemos hacer nada. Al respecto recomiendo leer también: http://www.cambioclimatico.org/contenido/por-que-nos-resulta-tan-dificil...
Hay toda una psicología colectiva creada en función de quedarse cruzado de brazos mirando por los medios masivos, quizás hasta el momento en el que el televisor quede bajo las aguas o nos sorprenda una catástrofe climática. El tiempo es hoy. Y podemos hacer algo!...