La ciudad australiana reta a sus ciudadanos a reducir 2.000 kilos de emisiones de CO2.
El Gobierno Federal ofrece incentivos de 900 euros.
Brisbane (Australia).- En estos momentos, la temperatura dentro de mi casa en Brisbane es de 18,8 C°, y estamos gastando 30 céntimos de electricidad a la hora. Al menos eso es lo que pone en el monitor de energía inalámbrico que me instaló el otro día el electricista del programa ClimateSmart Home Service. Lo que pasa es que, como aquí estamos en invierno, acabo de encender la estufa y ahora, en vez de los cinco céntimos que marca normalmente, nos hemos disparado.